La formación de los profesionales es un asunto al que las empresas dedican una creciente atención desde hace muchos años.
Parece indiscutible decir que hemos conseguido, entre todos, darle la importancia que merece.
¿HACIA DóNDE IR?
En este sentido, enfoques tales como el denominado Coaching Ontológico están aportando nuevas orientaciones, criterios y técnicas que permiten desarrollar esa zonas más personales que, a día de hoy, no están suficientemente abordadas en el ámbito de la formación.
¿Te conoces?, ¿Sabes recibir críticas?, ¿Sabes cómo darlas para que sean constructivas?, ¿Te quieres?, ¿Sabes confiar en los demás?, ¿Sabes qué imagen de ti tienen en tu empresa?, ¿Influyes en los demás?….
Así, si en los modelos clásicos de competencias se intenta mejorar y consolidar aspectos como el Trabajo en Equipo, el Liderazgo, la Creatividad e Innovación o la Toma de Decisiones, el Coaching nos permite desarrollar lo que se encuentra en la base de todas ellas: el Autoconocimiento, la Autoestima, nuestro modelo de Juicios e Inferencias, la Generación de Confianza, Dar y Recibir Feedback, la Imagen Pública, el modo de Conversar o nuestra forma de Escuchar.
Es evidente que todos estos factores influyen en la calidad de nuestras relaciones, tanto en el plano profesional como en el personal. Si nos centramos en el ámbito laboral, es aún más evidente que el adecuado crecimiento en estas variables tiene un impacto directo en nuestra eficiencia dentro de una organización, en cómo nos perciban los demás en términos de competencia profesional y en el grado de aceptación que tendrán nuestras ideas y comportamientos por parte de los demás.
Con esta idea evolucionamos hacia la «Formación Emocional», con la finalidad de que mejorando las actitudes de la persona, destacamos las actitudes y aptitudes del profesional… dándole un mayor valor para la Organización.
A vuestra disposición para «tutorizar» a todos los niveles (primer nivel directivo, encargados de turno, fuerza de ventas, jefes de departamento…) a los profesionales de vuestra Compañía, con la finalidad de hacerles más útiles y más implicados.
Incluso incorporarlo a las acciones formativas subvencionadas por las diferentes ayudas otorgadas en las Comunidades Autónomas.