Según un estudio elaborado por el «Observatorio de comportamiento humano en la empresa» (OCHE) de Infova, un 32% de los directivos confiesa tener una sensación de cansancio permanente.
Escasa creatividad, peor gestión de los problemas y quejarse más son algunas de las consecuencias del cansancio que sufren los directivos españoles. Y es que hasta un 50% de los mismos necesita el fin de semana para recuperarse del cansancio mental.
Para Gonzalo Martínez de Miguel, director de Infova, ´somos un generación de directivos cansados. No es que estemos cansados porque la situación actual es especialmente exigente. La realidad es que una gran parte de ellos se han acostumbrado a vivir así. Directivos brillantes incapaces de crear y mantener hábitos saludables de descanso, de alimentación, de deporte y desconexión´.
Los directivos que no rinden por encima de sus posibilidades no sólo son menos creativos, se quejan más y soportan mal la tensión. Otros de los efectos de su estado son que tienden a exagerar las respuestas ante los conflictos, trasladan su malestar al equipo, descuidan aspectos claves del negocio, deterioran sus relaciones familiares y, en consecuencia, son una bomba de relojería a medio plazo para la organización.
Iñaki de Miguel, director del OCHE y de este informe, reflexiona sobre este aspecto: ´Estar permanente cansado no tiene ningún valor. La función básica de un directivo es preparar a la empresa para el futuro. Esa tarea nos exige altas dosis de energía disponible. Los profesionales cansados no disponen de ella. Tienden a auto compadecerse y a exhibir su cansancio como prueba de responsabilidad y compromiso con la organización´.